Este fue mi fin de semana, simplemente me encantó, tranquilo y divertido a la vez; me reí y comí como nunca. La vida se basa en esto, pequeños momentos que se vuelven grandes recuerdos. Hay que tomarse el tiempo para respirar, relajarnos y apreciar cada detalle. Estar agradecidos por todo lo que tenemos y por quienes tenemos en nuestra vida. Pasar tiempo en familia y disfrutar cuanto sea posible. Últimamente me siento muy feliz, no sé cuánto tiempo durará esta felicidad, pero espero que dure muchísimo tiempo; me siento mucho más segura conmigo misma y con bastante frecuencia sonrío; con el pasar de los años muchas personas se han ido de mi vida y muchas otras han llegado, unas me han marcado más que otras, pero agradezco por todas ellas, el destino sabe a quién poner y a quién quitar en el momento adecuado; nunca hay que obligar a nadie a quedarse, si lo hace que sea por decisión propia y nuestro trabajo luego será recompensarlo. Con frecuencia pasamos por momentos buenos y por otros no tan buenos, lo importante es superarlo y salir adelante, de todos los momentos se aprende algo y si se quiere algo no hay excusas, todo será posible. Reflexioné un poco y me di cuenta de un millón de cosas que antes no había notado, tanto mías como de otros. Cada vez que puedan díganle a sus seres queridos cuanto los quieren, nunca está de más.
No hay mucho que decir de este post, solo quería compartir un poquito lo que fue este fin de semana; me encanta los lugares que están bien cuidados y que fomentan el turismo, como la Colonia Tovar.
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